Volvemos a nuestro querido Gil de Biedma, de nombre como el mío. Para que veáis que nunca quise atacarle...
Sólo es cariño... como el cariño (con tintes nostálgicos) del que no habla Jaime al invocar la juventud, soñadora, enérgica en contraposición a la cruda realidad, "la verdad desagradable" en el gran teatro de la vida.
Unos versos que fluyen rítmicamente; unos versos tristes, derrotistas pero que se alzan, humildes, ante la derrota para reconocer la gran fragilidad de todo lo humano.
¿Es eso un triunfo?
"Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos.
Envejecer, morir, eran tan solo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma.
envejecer, morir
es el único argumento de la obra".
martes, 17 de julio de 2007
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1 comentario:
tío, estás en todas partes!! y yo siguiéndote, parezco tu novia...je.
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